Las micosis cutáneas son un grupo de infecciones fúngicas comunes que afectan a la epidermis, los folículos pilosos, las uñas y las superficies mucosas. Están causadas principalmente por dermatofitos (hongos filamentosos de los géneros Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton), levaduras del género Candida y hongos lipofílicos como Malassezia. Estos patógenos están muy extendidos en el medio ambiente y son altamente contagiosos, ya que se transmiten por contacto directo con personas infectadas, animales o superficies contaminadas.
Los dermatofitos se clasifican además según su reservorio preferido:
La tinea corporis se refiere a infecciones fúngicas superficiales de la piel lisa (excluyendo el cuero cabelludo, las uñas, las palmas de las manos y las plantas de los pies). Puede aparecer en cualquier parte del tronco o las extremidades y es especialmente frecuente en climas tropicales.
Entre los agentes patógenos se incluyen:
Características clínicas: Manchas eritematosas en forma de anillo con bordes activos, escamosos y vesiculados y una zona central que puede ser clara o ligeramente escamosa. Las lesiones pueden agrandarse con el tiempo y fusionarse en placas más grandes. El picor es común, pero puede variar en intensidad.
La tinea pedis es la infección fúngica cutánea más común en todo el mundo. Afecta a las plantas de los pies, los dedos y las zonas interdigitales. La tinea manuum afecta a las palmas de las manos y suele asociarse con una afectación unilateral o con hongos en las uñas o los pies.
Patógenos: Principalmente Trichophyton rubrum; otras causas incluyen Trichophyton mentagrophytes y Epidermophyton floccosum.
Variantes clínicas:
La tinea cruris es una infección fúngica de la zona inguinal, que afecta comúnmente a la parte interna de los muslos, el perineo, las nalgas y la región púbica. Es más frecuente en hombres adultos.
Patógenos: El más común es Epidermophyton floccosum, seguido de Trichophyton rubrum.
Presentación clínica: placas eritematosas bien delimitadas con bordes elevados y escamosos. Las lesiones pueden contener vesículas, pústulas o costras. Es frecuente el prurito, y la maceración o la infección secundaria pueden aumentar las molestias.
La candidiasis cutánea está causada por especies de Candida, principalmente Candida albicans. A diferencia de los dermatofitos, la Candida forma seudohifas y prospera en ambientes cálidos y húmedos. Afecta comúnmente a los pliegues de la piel, especialmente en personas inmunodeprimidas, lactantes y personas con obesidad o diabetes.
Signos clínicos: Manchas eritematosas, húmedas y maceradas con pústulas satélites o vesículas en la periferia. Las lesiones pueden arder o picar. En pacientes encamados, puede aparecer intertrigo por cándida en la espalda o debajo de los pliegues de la piel.
La candidiasis diseminada, también conocida como candidiasis invasiva o candidemia, es una infección fúngica sistémica grave que se produce como resultado de la diseminación hematógena de especies de Candida. Suele aparecer en personas con inmunodeficiencia grave, como pacientes en unidades de cuidados intensivos, pacientes en quimioterapia, receptores de trasplantes y neonatos.
Las características clínicas pueden incluir:
La candidiasis diseminada requiere tratamiento antifúngico urgente y, a menudo, hospitalización. Las lesiones cutáneas pueden ayudar al diagnóstico precoz en los casos sistémicos.
El diagnóstico de la dermatofitosis y la candidiasis se basa en una combinación de hallazgos clínicos y confirmación micológica:
La estrategia de tratamiento depende del tipo de infección, la gravedad, la extensión y el estado inmunitario del paciente. Puede incluir terapia tópica para la enfermedad localizada y agentes antifúngicos sistémicos en casos extensos o crónicos.
Para infecciones superficiales leves a moderadas:
La aplicación suele ser 1-2 veces al día durante 2-4 semanas, dependiendo de la resolución de la lesión.
Indicados para infecciones extendidas, afectación de las uñas, estados de inmunodeficiencia o casos recurrentes.
La tiña versicolor, causada por Malassezia furfur, es una infección superficial por levaduras del estrato córneo. Se presenta como manchas escamosas hipopigmentadas o hiperpigmentadas, principalmente en la parte superior del tronco y los brazos. Es más frecuente en ambientes cálidos y húmedos y en personas con piel grasa.
Diagnóstico:
Tratamiento:
Las micosis cutáneas son, por lo general, afecciones tratables y prevenibles. Sin embargo, las formas crónicas o extendidas pueden indicar problemas sistémicos subyacentes que requieren evaluación médica. La intervención temprana, el diagnóstico preciso y el cumplimiento de los protocolos de tratamiento garantizan altas tasas de curación y reducen el riesgo de recaída. Una combinación de terapia farmacológica, modificación del estilo de vida y control de la infección puede eliminar eficazmente la mayoría de las infecciones fúngicas superficiales y preservar la salud de la piel.